El consumo masivo, en el que se engloban los sectores de bebidas y alimentos, salud e higiene, ropa, calzado, electrodomésticos y cómputo personal, entre otros, es uno de los sectores que enfrenta retos tales como un bajo crecimiento, la reducción de los márgenes de ganancias y la transformación del modelo de negocios.
Por lo tanto, entre sus prioridades están: optimizar sus recursos; migrar a los sistemas de industria esbelta (lean) y 4.0; saber en tiempo real el estado de las entregas; mejorar la estrategia de colaboración con su cadena de proveedores y socios, como el retail, y desarrollar una estrategia de social media con los consumidores finales. Todo ello aunado a la necesidad de impulsar el comercio electrónico y de innovar sus productos y servicios.
Para lograr estos cambios, las compañías latinoamericanas, especialmente las medianas, necesitan contar con un ERP inteligente (i-ERP) como la base de su transformación digital, para automatizar e integrar los procesos administrativos y de producción, así como para centralizar toda la información de la organización en tiempo real.
De acuerdo con los estudios de IDC, el ERP es la principal prioridad tecnológica de las empresas latinoamericanas dedicadas al consumo masivo, seguido de las soluciones analíticas, de movilidad y algunas otras para mejorar la experiencia del usuario.
Al ser sistemas en la nube, los i-ERP ayudan a las empresas a aumentar sus funcionalidades, de acuerdo con las prioridades del negocio, con modelos de adopción más rápidos y menores costos en comparación con los sistemas tradicionales.
Por ejemplo, en las áreas de producción, el sistema cuenta con algunas funcionalidades de aprendizaje automático (machine learning, o ML) que incrementan la precisión de sus procesos, reducen el consumo de materias primas y mejoran la calidad de sus productos, entre otros beneficios.
En la parte de logística, mediante el apoyo de soluciones de Internet de las Cosas (IoT), mejoran el control de los inventarios y ayudan en la integración de aplicaciones para la planificación eficientemente de rutas, y la corrección de fallas y pérdidas, especialmente en productos perecederos y congelados.
Las capacidades de analítica, ML e inteligencia artificial (IA) facilitan a las empresas la detección de los cambios por el entorno económico, por tendencias y ciclos de mercado; o bien, por la modificación en los hábitos de consumo, entre otros elementos, mejorando así la toma de decisiones.
Estas funcionalidades de análisis, además, generan datos claves para ajustar la producción y la generación de las campañas de mercadotecnia y redes sociales, a fin de responder a las necesidades y gustos de las diferentes generaciones de clientes, como los baby boomers, que buscan el bienestar, productos duraderos y de marcas conocidas; los integrantes de la generación X, quienes son escépticos de la publicidad, prefieren precios bajos y productos funcionales; los millenials, que se interesan en productos sustentables y más saludables, o la generación Z, ávida de experiencias continuas, asombrosas y sorprendentes.
Las herramientas de comunicación y colaboración de los i-ERP ayudan también a mejorar la integración de todas las áreas del negocio y permiten el intercambio de información con toda la cadena, para hacer más eficiente la gestión de recursos, realizar ajustes en tiempo real y reducir los tiempos de producción.
IDC estima que, a finales de 2018, la mitad de los fabricantes en América Latina utilizará herramientas analíticas, de IoT y colaboración social para extender el proceso de planificación integrada a toda la empresa, en tiempo real.
Hacia 2019, proyecta que 15% de la industria manufacturera gestionará procesos de producción y cadena de suministro por medio del uso intensivo de datos, aprovechando los modelos de ejecución basados en la nube para el análisis y visibilidad en tiempo real. El objetivo será hacer su operación más flexible.
Con este último blog, concluimos la participación de IDC en esta serie sobre la importancia estratégica del i-ERP, en la cual hemos destacado sus ventajas, no solo para el área de Tecnologías de la Información (TI), sino en general para todo el negocio, con énfasis en las áreas de producción, recursos humanos y mercadotecnia.
Hablamos de los beneficios que logran las organizaciones gracias a la automatización de los procesos administrativos, productivos y de la cadena de distribución, así como de las nuevas funcionalidades con que cuentan estos sistemas para la gestión de la relación con el cliente y la colaboración. También analizamos el potencial de las herramientas de IA, ML y analíticos.
En estos textos hemos destacado la importancia de la explotación de los datos para la detección de tendencias en el ciclo de producción de las organizaciones, incluyendo los cambios en el mercado y en los consumidores finales, de tal forma que el negocio pueda reaccionar a tiempo y ser más flexible.
Capacidades, todas, que extienden el valor para el negocio y su transformación digital, al impulsar el uso de tecnologías disruptivas como el IoT y la impresión 3D para acelerar la transformación de la manufactura y los servicios profesionales hacia tendencias más ágiles e inteligentes.
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